Podría decir, si me dejasen elegir - y como es mi blog, me lo vais a permitir -, que entre los establecimientos "must" de todo barrio madrileño que se precie, emergen en el top one (y aunque, bien es cierto, con poco margen con las peluquerías decadentes, tiendas de botones de segunda mano y bares de hacer trampas), sin duda, las tiendas de pollos asados. Si, esas cuyo escaparate consiste en aves desplumadas que giran y giran sin fin, y que posteriormente te venden ...
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