Juliana, al pie del cañón, piensa e imagina recetas, atiende el comedor, aconseja a sus clientes, supervisa la cocina, se acerca a los mercados loclaes a adquirir los productos y, también, hace las cuentas. Es una mujer todoterreno. Lo pude comprobar cenando el pasado martes. La escasa ocupación del local me permitió poder charlar con ella y que me contase su proyecto, con algo más de dos años de vida, pero ...
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