Escapar de las luces, los edificios y el bullicio de la ciudad. Cambiarlos por el aire fresco, las caminatas y el silencio de algún pueblecito alejado de Madrid. Así, sin rumbo alguno. Porque “caminante hace camino al andar”. Seguir el cauce del Jarama rodeada de amplias alamedas. Y a 40 km de la capital, toparse con una hermosa localidad que te devuelve a la paz, la naturaleza y rememora una vida ...
Lee más