ZALAMERO, SANTUARIO DE CULTO AL VINO EN EL RETIRO
Escuché hablar de este bar hace unos meses tras entregarle la Guía Metrópoli el premio al mejor bar de tapas vinos de Madrid (ver link aquí). Más tarde, fue mi amiga Alexandra Sumasi, periodista gastronómica bien curtida, quien me recomendó conocerlos.

Así que allá que fui. Y yo misma pude comprobar, que una vez más tanto Metrópoli como Alexandra habían dado en el clavo. Y es que en cuanto rascas un poquito y conoces el concepto de este santuario de culto al vino, entiendes muy bien por qué han sido los ganadores de tal galardón. Sus propietarios, Ana Losada y David Moreno, son sumillers profesionales que se lanzaron hace casi ya un año con este nuevo proyecto de WINE BAR en el barrio de El Retiro, como ya se conocen en otros países de Europa.

¿Su concepto? En su carta de vinos de más de 400 referencias, de grandes y pequeños productores, muchos de ellos sostenibles, en un espacio donde el amor por la fermentación y las barricas es el centro, ofreciendo una gama tan enorme como original de todo tipo de caldos. Y si encima los acompañas de alguno de los bocados que ofrecen, la propuesta es totalmente redonda, porque la parte sólida de la oferta no se queda atrás.

En Zalamero las denominaciones de origen se multiplican y a muy buen precio, entre los 2,80 euros y los 3,50 los blancos y tintos, si bien es cierto que los generosos pueden subir hasta los 22. En total, más de 80 vinos por copas servidos en cristalería de Riedel, con orígenes más allá de las clásicas de La Rioja, Ribera del Duero o Rueda. Asimismo, la temperatura está extremadamente medida y las botellas rotan permanentemente cada semana, vinos que siempre catan personalmente los dueños para luego apuntarlos en su vistosa pizarra.

Pero la propuesta no concluye aquí, porque en Zalamero se pica pero que muy bien. Bien sea en la barra con vistas a la calle Narváez o en el interior del comedor, los caldos los maridan con una cocina de mercado de primer nivel. En mi caso, tuve ocasión de probar una ensaladilla excepcional que elaboran con ventresca de atún así como las croquetas de una bechamel perfecta elaborada con pollo rustido que acompañamos con unas ricas chacinas, y que ya están de boca en boca en el barrio.

David también nos recomendó algunos platos de su comedor, que tiene carta diferenciada, con especialidades como su tortilla de patata esparragada con morcilla y hongos o la caballa en escabeche con mirín, a lo que añadimos un postre, la torrija de chocolate blanco, y que dejamos para la siguiente visita porque eso debe ser bocato di cardenale.

Y tomad, nota, porque en Zalamero se organizan en torno a unas 12 catas anuales, con maridaje o no, donde el vino ocupa el papel principal…Y yo, me apunto.
Dónde: C/ Narváez, 67, Madrid
Tel.: 917 527 882
Precio medio: 35 euros