UN FINDE GASTRO EN LEÓN: CASA MANDO Y NIMÚ BISTRÓ
Sorprendentemente, de mis últimos fines de semana gastronómicos, una de las ciudades que más me ha sorprendido, y para bien, ha sido León. Además de contar con alguna de las zonas más reconocidas de España para salir a hacer eso que tanto nos gusta, hilar la hebra en torno a una cerveza o vino, la ciudad propone varios restaurantes de mucha calidad, tantas como para buscarse una excusa y dedicarse un fin de semana gastro en la ciudad para disfrutar del alterne más patrio.

Toda estancia que se precie en la capital leonesa debe contar con su obligada ruta por el barrio húmedo y el barrio romántico, ambos inmersos en el casco histórico de la ciudad. Oferta culinaria en miniatura de coquetos locales acompañada de variedades autóctonas de caldos como el Prieto Picudo, que por cierto lo probaba por primera vez y me resultó muy original, o Godello, además, claro está, de las denominaciones de la provincia, Bierzo o Tierras de León.

Y si bien éste no es el objetivo de mi post, sino descubriros como intento acostumbrar nuevas propuestas gastronómicas dignas de mención (más allá del restaurante más reconocido y estrella Michelin Cocinandos), dejadme ligeramente recomendados un itinerario por lo más granado de las barras leonesas para hacer parada y fonda.

Tres clásicos entre los clásicos, que son Camarote Madrid, Bodega Regia y Café Bar Espolón, que sin duda hay que visitar.

Y tres que ha aplicado la vanguardia a la clásica tapa, La Jouja, La Trastienda del 13 y Bar Rúa 11, donde se palpan las nuevas tendencias.

Dicho lo cual y tapeo ineludible aparte, mi mayor sorpresa ha sido encontrarme en León una propuesta gastronómica muy reseñable más allá de la tapa. Y en concreto, vengo hoy a hablaros de dos restaurantes, ambos de similar propietario y situados en el Hotel Conde Luna, apodados CASA MANDO y NIMÚ AZOTEA, este último con homólogo en Madrid y al que tanto me gusta ir en mi querida capital.
CASA MANDO
(C/ General Lafuentes, León // Tel.: 98 720 65 44. Precio medio: 40 euros)
Lo que era un conocido y noble mesón de toda la vida con medio siglo de trayectoria, el antiguo Conde Luna, ha reabierto sus puertas tras una profunda renovación. Y se ha rebautizado en CASA MANDO, un nuevo espacio con aire cosmopolita, moderno y elegante pero que mantiene aún así la tradición.

Así, han decidido mantener intacto, y muy acertados en su decisión, el equipo de cocina y su cultura gastronómica basada en recetas típicas de la zona. Y es que entre sus fogones se elaboran platos sin duda que merecen mención.

La renovación tiene la firma del arquitecto Mariano Sáenz de Miera que junto al diseñador Pascua Ortega han conseguido crear un espacio elegante pero actual, con sus suelos tradicionales, una espectacular chimenea en el salón y robustas vigas de madera. A mi me encantó por ser especialmente acogerdor, con cuidados centros de mesa y maravillosas vajillas de aire isabelino de la firma Churchill. Además, dispone de varios reservados espectaculares para hacer cenas en petit comité.

En la carta no faltan los más auténticos productos de la región. Repleta de embutidos de León, legumbres de La Bañeza, verduras de la huerta, lechazos de la tierra y pescados salvajes. Una variedad excelente.

Al frente de la cocina, Juan Ordás, que con un profundo cariño por la gastronomía española nos propone platos plagados de vinculación local como la clásica morcilla de León con patatas paja (9 euros), o una deliciosa y generosa cecina de vaca (14 euros), además de sabrosos huevos rotos con picadillo casero de matanza (9 euros) o las manitas a la leonesa con garbanzos pico pardal de Vegas Bañezanas (10 euros).

Pero ojo, porque no desmerecen platos más versátiles. Ejemplo es el cachopo “como en Asturias” (14 euros) o su chuletón del norte criado en las montañas (45 Kg), además de un excepcional cocido los jueves de invierno. Todos ellos, muy generosos.

Además, el restaurante ha completado su carta productos de la estación como las setas o la trufa que se añade por ejemplo a la tortilla de patata (10 euros), a su arroz cremoso con hongos y foie (14 euros) o a unas deliciosas albóndigas de carrillera sobre puré patatas trufadas (12). Además, por encargo, se puede comandar el lechazo asado (18 euros), el jarrete de ternera de Ávila (20 euros) y sus pescados salvajes que llegan casi diariamente de las lonjas de Asturias y Galicia.
Principales aparte, sin duda merece la pena dejar algo de hueco para sus postres, pues cualquiera es buena elección, bien sea las fresas gratinadas (6 euros), sus peras al vino (5,5 euros) o el soufflé Alaska (5,5 euros).

Y por último, en sala, buena carta de vinos que guía el maître Javier García Rueda con más de 100 referencias procedentes de 14 denominaciones de origen. ¡No se puede pedir más!
NIMÚ AZOTEA
(C/ General Lafuente, León. 10ª planta Hotel Conde Luna // Tel.: 987 20 67 00)

Desde la milla de oro de Madrid viaja este restaurante a lo más alto de León. niMÚ Bistró, situado en el Hotel Adler, ha estrenado pariente en la capital leonesa: niMÚ Azotea con vistas al palacio de Botines de Gaudí desde la décima planta del Hotel Conde Luna. La impactante panorámica del casco viejo de la ciudad se acompaña de nuevo comedor y bar de tapas donde todo está pensado para compartir.

También decorado por Pascua Ortega, que esta vez apuesta por un ambiente confortable y luminoso, NIMÚ AZOTEA, al igual que se hermano mayor madrileño, no defrauda. Similar cocina creativa que no abandona los clásicos pero muy bien adaptados junto con otras elaboraciones más innovadoras y presentaciones más originales.

Entre mis recomendaciones, dos ya cásicos: la burrata con vinagreta de tomate, granada y orégano (16 euros) y los nigiris de huevo frito de codorniz con trufa (12 euros). Además, otras sugerencias como la ensaladilla rusa con cigalitas salteadas (12 euros), la brocheta de langostino con salsa kimuchi (15 euros), o unos atípicos trampantojos que emulan unos churros con chocolate (10 euros).

Su cocina de mercado, que destaca por la materia prima como la gamba blanca, los tomates rosas o los pescados salvajes, se constata en su propuesta de platos tradicionales que toman forma en producto del mar como la merluza de pintxo con pimientos del Bierzo (14 euros), unos chipirones de anzuelo en su tinta con arroz (15 euros) o el rape pixin con pimientos verdes y cebolla caramelizada (19 euros). Entre las carnes, albóndigas caseras de solomillo con puré de patatas trufado (17 euros), perdiz en dos texturas (16 euros) o el clásico steak tartar (19 euros).

Sin duda, mención aparte merecen los postres, donde el restaurante echa el resto. Originales creaciones como el brownie de la casa que llega dentro de un huevo (6,5 euros), el arroz con leche frito y helado de canela (5,5 euros) o la pecera de Miguel (5,5 euros), similar a aquella que Diego Guerrero nos ofrecía en el Club Allard de Madrid. Sin duda, un ejercicio de creatividad, gusto y sabor que se sirve en cantidad en este restaurante de la capital castellanoleonesa.

Y un último tip. Los mismos propietarios de CASA MANDO y NIMÚ AZOTEApreparan apertura en el afamado Hotel Alfonso V y tiene un pintón tremendo…¡deseando el nuevo estreno!
En mi caso lo v isité porque lo tenía próximo conseguí encontrar un hotel a través de un buscador de hoteles y restaurantes y me lo recomendaron, recuerdo haber pedido una cazuela de garbanzos con pulpo, unos callos y leche frita de postre, muy recomendado, mucha variedad, gran restaurante.