LA CAMINERA, EL PLACER DEL DOLCE FAR NIENTE
Hace unas semanas, tuve ocasión de conocer un hotel del que mucho había oído hablar a diferentes compañeros del sector. Me da la sensación de que es algo aún desconocido pues reabrió sus puertas hace un año por estas fechas, y está apenas 2 horas de Madrid. Un plan perfecto para hacer algo de turismo gastronómico por la zona de Ciudad Real.
Se trata de un viaje muy recomendable para aquellos que de vez en cuando me preguntáis donde pasar un fin de semana con vuestra pareja o salir de la rutina al menos una noche, y sin que esto conlleve grandes desplazamientos. Y es que sin duda, esta opción no puede ser mejor.

Se trata de La Caminera Club de Campo, un hotel de mucho nivel de 5 estrellas en Torrenueva, Ciudad Real.
Cuando te aproximas con el coche, la llegada ya aventura lo que va a acontecer a continuación. Ubicado en lo alto de una montaña, está rodeado por más de 1.000 hectáreas de terreno con un spa que quita el hipo, campo de golf, pabellón de caza e incluso aeródromo propio con hangar para jets privados.

Pero, lo que es aún mejor, es lo que este antiguo cortijo atesora en su interior la nueva propuesta del reconocido chef madrileño Javier Aranda, que se dio a conocer por ser el chef más joven en ganar una estrella Michelin. Conocido por sus restaurantes La Cabra y Gaytán, este último con una estrella Michelin en Madrid, el chef no ha dejado de trabajar en propuestas gastronómicas de nivel. La última ha sido su nuevo restaurante Retama, el nombre que han elegido para este proyecto ubicado en plena naturaleza, que es la denominación popular del arbusto amarillo tan típico de Castilla La Mancha y que se puede encontrar en lo laterales de los caminos y carreteras.
De hecho, el chef nació en Villacañas (Toledo) por lo que desde niño ha conocido las propuestas de la cocina castellana, además de complementarlo con su paso por la Escuela de Hostelería de Toledo y escuelas gastronómicas como son las cocinas de El Bohío, Urrechu, Santceloni y Piñera.

La cocina de la región es el hilo conductor de la propuesta como no podía ser de otra manera, la cual asesora Javier pero ejecuta el jefe de cocina Jaime Gómez Puche.
En su comedor sobrio y distinguido de apenas unas pocas mesas, con maderas y toques silvestres donde todo el protagonismo se lo llevan los platos, se ofrecen dos menús degustación de excelente calidad precio y dignos también de ser reconocidos por alguna guía en el futuro, esto es, cuando sigan ganando en rodaje de sala. Sin duda, merece la pena pedir el menú largo llamado Retama compuesto de 12 platos, frente al menú Tradición compuesto de 9 platos, con algún snack menos y solo una propuesta de carne.
Son los productos de la región los que aquí tienen todo el protagonismo. Platos tradicionales como la caza, el cordero o la sopa de ajo se reinventan con sabores reconocibles y una gran aplicación de técnica de cocina.
Sofisticados aperitivos te reciben. He probado muchas versiones de la aceituna, pero nunca en sopa, un snack muy divertido que se toma en un emplatado en forma de vaina. Además, le sigue un cremoso especialmente untuoso de foie, un bizcocho casero con albahaca, trucha ahumada y mantequilla, un bombón de estofado de conejo, un paté de perdiz en hojaldre y una cebolla en tres texturas que me recordó a una que probé hace tiempo en el restaurante DSTAgE de Diego Guerrero. Te reciben en un recibidor previo al comedor, comandado por Xoel Cantero, su maravilloso y siempre atento sommelier, que además nos sorprendió con una infusión sin alcohol de uva con vermú.
Ya en la mesa, me sorprendió especialmente un plato de pipirrana con bacalao a baja temperatura, acompañado de cebollas encurtidas, esferificaciones de escalibada y tomate, realmente delicioso, delicado el caldo y sofisticada la textura de los ingredientes.

Otra de sus especialidades es la perdiz frita del revés con estragón y curry de mejillón o bien a la royale con salsa de cerezas. Además, pescados como el que probé en mi caso, un rodaballo a la parrilla con un crujiente de patata, delicados tirabeques y salsa de remolacha. Mi chico probó el cochinillo asado con sidra, mole afrutado y manzana, del que también dio buena cuenta.

Tras el festín, llegaron los postres, una crema de vainilla con gel de grosella y helado de frambuesa, muy bien ejecutado, y un bizcocho de chocolate con un helado de chocolate salado para rematar un menú de gran nivel.
Toma nota, porque la bodega propone vinos diferentes y también locales con más de 200 referencias, por lo que maridar esta comida no es mala opción por un pequeño plus en el menú. Además, en La Caminera ofrece una segunda propuesta de restauración, El Prado Café Lounge, con un recetario más tradicional pero oportuno si te mueves por la zona, o bien, pasas el día disfrutando de su enorme piscina o maravilloso spa (por cierto, todos los productos son de la marca L’Occitane, que me encanta).

Del desayuno, de sus dulces artesanos y de su embutido…ya ni os hablo. Mejor ir a conocerlo y descubrir lo que es el verdadero dolce far niente, o el placer de no hacer nada y dejarse llevar. ¡Hedonismo puro!
HOTEL LA CAMINERA CLUB DE CAMPO
DÓNDE: Camino de Altamar, s/n. Torrenueva (Ciudad Real)
PRECIO MEDIO HOTEL: 155 euros la noche
PRECIO MEDIO MENÚS:
- Retama: 85 euros (este menú incluye cinco snacks, dos entrantes, pescado, dos carnes, pre-postre y postre. Opción de maridaje de vinos 45 euros).
- Tradición: 55 euros (este menú incluye tres snacks, dos entrantes, pescado, carne, pre-postre y postre. Opción de maridaje de vinos 30 euros).
TEL.: 926 344 733