No conozco a nadie que no tenga un recuerdo tan vintage de degustar llegado el fin de semana cuando o bien la falta de existencias en la nevera o bien la pereza lo requería, un manjar dominguero por excelencia: el del pollo asados para llevar. Daba igual la situación, ya fuera en la casa de la playa donde veraneabas o con la despensa vacía a golpe de fin de semana. Tampoco importaba la compañía, si tu hermano se comía más patatas fritas ...
Lee másEl pasado martes tuve un día de perros. De esos en los que te duermes porque el día anterior trabajaste demasiado, empiezas llegando tarde a la oficina, te dan más malas que buenas noticias y vas superando prueba a prueba las reuniones citas, llamadas y recados ineludibles por los pelos. Afortunadamente, empiezo a habituarme a llegar a todo de milagro. Recién llegada a mi guarida, y cuando ya aquello pintaba con enderezarse, sonó ...
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