LLEGA EL POLLO MÁS PREMIUM DE MADRID
No conozco a nadie que no tenga un recuerdo tan vintage de degustar llegado el fin de semana cuando o bien la falta de existencias en la nevera o bien la pereza lo requería, un manjar dominguero por excelencia: el del pollo asados para llevar. Daba igual la situación, ya fuera en la casa de la playa donde veraneabas o con la despensa vacía a golpe de fin de semana. Tampoco importaba la compañía, si tu hermano se comía más patatas fritas de las que a ti te tocaban o si te tocaba muslo o pechuga.
Pero sin duda, ese tupper chorreante de aceite metido en una bolsa de plástico se nos ha quedado a todos en la memoria a pesar de tanto y posterior delivery vanguardista que empezó con paellas a domicilio y continuó con el sushi, y que han venido a sosfisticar la comida a domicilio y para llevar.

Pero todo vuelve, y hace apenas unas semanas, José Muñiz, con gran experiencia en hostelería y, concretamente, en el modelo de negocio de franquicias, ha querido recuperar esta tradición que a tantas familias ha unido alrededor de la mesa a lo largo y ancho de todo el territorio español.

ChickenChicken llega a Madrid, en pleno barrio de Salamanca, para sofisticar el pollo asado de toda la vida. Un monoconcepto basic pero con un plus, convirtiendo al rey del corral en un plato Premium y apto para cualquier día de la semana.

El local está a medio camino entre un concepto vintage y romántico de la pollería tradicional de barrio que ronda por nuestras cabezas, un mix que hace posible que algo tan básico tome protagonismo por su calidad y por el atractivo del concepto.

Con una estética mucho más cuidada a lo esperado, el ambiente es campestre y rústico decorado en tonos azules y blancos haciendo un cliché a la madera, que se encuentra es todos los rincones. A pesar de tener cuatro mesitas, el local está mucho más orientado al delivery y take away.
Su secreto es, sin duda, un sofisticado horno americano al que denominan “smoker”, ya que no solo consigue asar el producto sino que lo hace mientras lo ahúma, aportando un extra de sabor muy presente en cada bocado.

Al contratio de las pollerías de las que os hablaba donde el pollo daba vueltas en el grill mientras todo el sabor y el jugo que iba soltando se escurría, en ChickenChicken consiguen que toda esta base de sabor y jugosidad se sirva en el plato final, ya que llega a la mesa en la misma bandeja donde se ha cocinado.
Además, la clave de su éxito reside en el cuidado y la importancia que le dan a la materia prima. Los pollos son ecológicos y los traen de Galicia. Asimismo, se elaboran con una receta secreta que contiene más de 20 especias y se asan durante horas, consiguiendo un resultado espectacular y un delicado sabor ahumado.

La carta es sencilla, corta y sabrosa. Con una sección para comer con las manos en la que proponen distintas variantes de pollo como los chicken burrito que los hacen con pollo de corral asado a la leña en un burrito con lechuga, salsa de la casa, queso, tomatillo, cilantro, lima y chipotle mayo, los chicken tacos que son dos tacos fresquitos con pollo, cilatro, tomatillo, lima, cebollita y chipotle mayo o el sándwich de pavo para el que todos los días asan una pechuga de 6 kilos al hornos y la lonchean delante del consumidor para hacer el sandwich más apetecible y sano que te hayas comido nunca, con lechuga batavia, bacon, queso emmental, tomate y su secreta salsa perfecta.

La patorra de pavo es, sin duda, una de las propuestas más selectas, asar el pavo y que salga así de tierno y jugoso sólo es posible si lo hacen con mucho cariño, tiempo y en un horno como del que disponen, ya que sí se puede llegar a saborear ese extra de humo al estar ahumado y asado al mismo tiempo. Otras de mis preferidas son las wings party, alitas de pollo un poco picantes y, he de admitir, un tanto adictivas.

Merece la pena también el coquelet, un pollito de 500gr para que te lo comas tú solo, marinado durante más de 24 horas en Irish cider antes de asarlo. Realmente rico.

Por último, también disponen de menús cerrados para los más indecisos y un único postre casero, brownie. Además, es uno de los únicos locales que tienen Ladrón de Manzanas, una apple cider que marida a la perfección con la propuesta gastronómica y que acaba de aterrizar en Madrid.
Un concepto premium y healthy ya que todo se hace al horno. !No te lo puedes perder!
Precio medio: 20 euros
Dónde: C/Duque de Sesto, 3
Tel.: 91 041 05 78
Web: http://chickenchicken.es/