Aquí vengo hoy con un restaurante para los que os vais incorporando de vacaciones y queréis probar cositas nuevas en la próxima temporada. Y aunque está cerrado en agosto, ya podeís ir guardando día para conocerlo en septiembre, porque si compartís los mismos gustos que yo estoy segura de que os va a gustar. Además, ¡es un buen sitio para resguardarse del calor!

En una antigua mantequería de Chamberí abría hace unos meses sin hacer casi ruido ALPE, justo enfrente del BAR TOMATE, un restaurante que en su pequeño espacio recoge influencias suizas, japonesas, mexicanas y francesas nada menos, y del que destaco su buen gusto y elegancia en platos, así como un muy buen servicio en sala.

Este proyecto tan personal lo lidera el chef Javier Villasevil, un joven alcarreño formado en Le Cordon Bleu Madrid,quien tras pasar por Mugaritz, Quique Dacosta, y varios restaurantes con estrella Michelin también en Suiza, donde vivió cinco años, se lanza con su propio restaurante con la intención de convertirse en otro de nuestros referentes gastronómicos de Madrid.

Destaco también su fachada de mármol negro y escaparates de madera y de cristal que se conservan intactos desde sus orígenes y que le dan un toque castizo y señorial que llaman la atención pues son para detenerse y mirando si vas de paso. Y en su interior, una pequeña sala que se divide en dos zonas donde la arquitecta Marta López de Asiaín ha tenido la responsabilidad de otorgarle una estética contemporánea y elegante donde si algo se resalta es la verdadera protagonista de este local, la gastronomía.

La presentación y el servicio en ALPE se cuidan igual que el resto de factores, con mimo y detalle. Manteles de calidad y una vajilla para cada plato favorecen a que la experiencia sea agradable y supere expectativas, del mismo modo que sus emplatados minimalistas y pulcros.

Su carta se conforma por tres opciones diferentes, un menú degustación de 10 pasos, un menú experiencia menos extenso que el anterior o una breve carta con las especialidades del jefe de cocina. Independientemente de la opción que elijáis, aunque yo os recomiendo el menú degustación, hay algo que no falla en este restaurante, y es que la buena materia prima en manos de la profesionalidad de Javier, hace posible la mezcla de sabores bastante originales que consiguen que nos ofrezca una cocina muy auténtica.

El menú degustanción al que llaman Cervino comienza con el Bombón de vermut y crujiente de aceituna y su Trío de Snacks compuesto por una Croqueta de alioli de ajo negro, un Totopo de maíz azul, con bacalao y tomatillo ahumados, mango a la brasa y guacamole, y Atún fresco sobre arroz suflado, tiras de alga nori y mahonesa de wasabi. Una magnífica manera de empezar.

Seguimos con su Todo coliflor, que se compone de coliflor blanca en leche de coco, y coliflor tostada, con pan de especias y tiras de tirabeques y el Salmón con espuma de piña, un salmón previamente marinado, con mazorcas de maíz glaseadas en guajillo y tamarindo, y sobre el salmón, salsa a base de achiote, y un crujiente de chicharrón de su propia piel. Todo sabor, equilibrio y sutileza que sorprende

A continuación, un Ravioli ahumado, el Arroz castizo y el Rabo de toro y su buñuelo, y un Magret de pato, con salsa de frutos rojos, puré de patatas tostadas y avellanas.

Y de postre, primero un Merengue a la double crème y Cacao y remolacha, ambos de un alto nivel.

Un menú elaborado, con mucho recorrido, que sin duda se hace corto y con el que te quedas con ganas de más… ¡Espero que compartas mi opinión!

Precio: Menú degustación 59 euros, menú experiencia 36 euros, carta 35 euros de media.

Dónde: C/ Fernando el Santo, 25

Tel.: 91 7523 625

Web: http://alperestaurante.es/