UN COLUMPIO EN CHAMBERÍ
Me parece impresionante, ¡enhorabuena! – le dije a Esteban entre sorpresa y admiración. – De verdad, ¿te gusta? – respondió. Es complicado expresar con palabras lo que sus ojos transmitían. Era emoción, alegría y satisfacción de su proyecto, al fin, cumplido. Había abierto el pasado miércoles su nuevo Columpio en el barrio de Chamberí cuando me acerqué para pasar a visitarle aprovechando que estaba de vacaciones.

Lo que para algunos supone disfrutar de un viaje, irse de compras o practicar deporte, para mí, se resume simple y llanamente, en poder tener tiempo de recorrer sitios nuevos. Pararme a charlar tranquilamente con sus dueños y poder dedicar una tarde a conocer y aprender de personas como precisamente Esteban. Eso, sí que es estar vacaciones.

Con la humildad de haber sido cocinero en sus orígenes en Ramasa, Santander, me relató que sus 20 años en la restauración los había empleado en tres restaurantes de Toledo y en su hostal. Fue en el año 98 cuando decidió mudarse a Madrid para gestiona la expansión de la casa de costillas RIBS y posteriormente inaugurar el restaurante Casa Mía que en su tiempo funcionó tan bien en Arturo Soria. Como director de Casa de América, consolidó su carrera, y el pasado mes de abril, lanzarse por fin con su primer proyecto en solitario, Le Cocó. Y triunfó. En el restaurante de Chueca, que aúna calidad ajustada a precio y cuidada estética, sigue sin parar de sonar el teléfono de reservas, “nuestro punto diferencial es el trato humano con los clientes”, indica.

Ahora, su segundo hijo adoptivo, ha nacido en el enorme local donde en día estuviese Tsunami, en un barrio donde era necesaria una renovación de establecimientos juveniles, desenfadados y cercanos. Y pude comprobar de primera mano que un día después de su apertura, y sin haber hecho ningún tipo de comunicación, el local ya estaba a rebosar. “Hoy hemos servido ya 40 comidas y esperamos 45 cenas”, en un local con capacidad nada menos que para 130 personas.

La fórmula es similar a Le Cocó. Local cálido, fresco, carta fácil en los platos y en el bolsillo y cercanía en el trato.

Con la ayuda de la misma interiorista Marta Banús, y jugando con las maderas y objetos antiguos, su propietario ha querido rememorar en la propia entrada del establecimiento, el pueblo en el que se crió, donde se encuentra el columpio y la barra, muy agradable para tomarse un desayuno, pincho, comer o disfrutar de una copa pues abre hasta las 2am los fines de semana.

En el comedor, encontramos una estética más de “la city”, coloridas sillas, antiguas lámparas compradas en el rastro…

… además de mucho verde que Mashido les cambia cada semana y barras de encofrado frente al ladrillo visto.



Y al fondo, que podrá abrirse el frontal al aire libre, un ambiente más veraniego y una barra de cócteles, pues en la carta podremos encontrar variedad entre 7 y 9 euros, desde Kir Royal hasta Dry Martini o Pisco choco (con licor de chocolate blanco), sensibilidad que proviene de la época de gestor de la terraza Casa de América y de su encargada Ana, que proviene de Le Cabrera.


Pasando al menú, elaborado por Juan Rioja, segundo de cocina en el Cien Llaves, sostiene la misma oferta mediterránea de Le Cocó pero en su mayoría con propuestas diferentes a excepción del tartar de atún, que siempre es un clásico o las tartas. A esto se añade producto clásico de la tierra de Esteban como las rabas o las anchoas, y todo con un cierto aire innovador que se suma a platos más tendencia y oferta de cuchara.

Como entrantes, y tras ofrecernos el original cubo de mantequilla a voluntad y que sólo se encuentra en algunos locales de Madrid como Arzábal, proponen bastones de berenjena con miel de flores (9,5 euros), las croquetas que no pueden faltar (8, 50 euros), pizza fina de seta y trufa (9, 50 euros), mini Camembert gratinado con frutos rojos (10, 50 euros), pero además, platos más originales o caseros como las mollejas de cordero de lechal y setas de temporada (9,50 euros), cangrejos de cocha blanda en tempura con crema de piquillo (17 euros), vieiras con su coral y crema de alcachofas (12,50 euros), o incluso ostras al natural o aliñadas (3 euro unidad).

El propietario me dio a probar el ravioli de gamba fresca, con crema de marisco y cebolla frita (12 euros) así como las rabas de calamar con mayonesa de ajo asado, y ambos, especialmente los ravioli, del todo recomendables.

“Este barrio no es como Chueca, hay que ofrecer también cocina de puchero”, detalla Esteban. Por eso, en la carta y además, de ensaladas (9,50 euros todas ellas) como la de codorniz en escabeche y papaya o la burrata fresca que se acompaña de olivas negras y piñones tostados, encontramos platos más contundentes como el risotto de queso idiazábal con espárrago y aceite de romero (12 euros), las verdinas con butifarra negra, cigalas y tallarines de calamar servidas en plato Duralex (13,5 euros) incluso sopa castellana (9,50 euros). Y a pesar de que cenar verdinas era algo arriesgado, fue sin duda el plato que más me gustó, por ser ligeras y por el contraste con el marisco.

De carne, cochinillo confitado con peras al vino (14 euros), carrillada de ternera con crema de apio, nabo y dulces de pimiento ((12 euros), el lomo de buey y gratin (14 euros) o un básico, el steak tartar (14 euros). Y de la mar, el clásico tartar de atún rojo con aguacate que siempre está bueno (14 euros), los lenguaditos con salsa de limón y alcaparras (14,50 euros) o el bacalao con miso blanco y pisto manchego (13,50 euros).

Cierto es que tras este festín mucho sitio para el postre no me quedaba, pero no me pude resistir a las tartas caseras que una señora les hace diariamente.

“Es la madre de un compañero. Empezamos a pedírselas para Le Cocó y ahora la pobre no da abasto”. Pero no sólo las tartas, porque en la carta todos los postres (4,50 euros), apetecen. Coulant de chocolate con helado de vainillas, tatin de pila con ron y helado de menta, sopa de pera…

Respecto a los vinos, carta muy ajustada pues ninguno pasa de 25 euros y provienen del diversas D.O., como Bierzo, Lanzarote, Toro o de Madrid.
Además, al estar abierto de lunes a domingo ininterrumpidamente, pues su dueño no descansa, también ofrecen desayunos y meriendas, pintxos y pulguitas o bollería.
“Me encantaría también poder montar una terraza en el patio interior del edificio”. Por soñar y seguir esforzándose que no quede. “Hace unos meses fue tan intenso el trabajo que caí malo y tuve que dejar de tomar los 9 cafés diarios que me ayudaban a seguir”. Ahora comprenderéis, porqué, después de haber conocido la humildad y los frutos del duro trabajo de Esteban para traernos su nuevo Columpio a Chamberí (en realidad son dos, otro está más escondido en una de las escaleras), me guste tanto poder estar de vacaciones.

Precio medio: 25-30 euros
Dónde: C./ Caracas, 10
Tel.: 91 827 60 77
Web: www.elcolumpiomadrid.es
Excelente apertura en Madrid.
Me encantaron los ravioli y las berlinas con butifarra negra.
El servicio fue super amable y atento, parece mentira que llevara abierto apenas dos días cuando fui. Se nota que el equipo está perfectamente sincronizado.
La decoración está super cuidada y la iluminación convierte el espacio en un lugar muy acogedor.
Super recomendable.
Ambiente interesante. Iluminación escasa.
Comida: nada que llame la atención. Manifiestamente mejorable.
Servicio: lento, y en ocasiones mal educado.
fuimos 16 personas y el comentario general fue: decepcionante, no volvemos.
La verdad leo muchos blogs y éste no lo conocía, pero después de verte en acción en un restaurante avisando al dueño y haciéndote notar, no creo en estas opiniones. Sí en las de anónimos que opinamos con discrección sin buscar nada a cambio. De todas formas gracias por acercanos las novedades en la ciudad.
Hola Die, me sorprende lo que me comentas porque yo no busco nada a cambio. Voy a cenar, me informo y busco información para luego contarla. Mi blog es un blog periodístico. Por supuesto me interesa conocer a los dueños y que me cuenten el proyecto, por lo que si están hablo con ellos y les explico que tengo un blog. En todo caso, gracias por seguirme 😉
Gracias por tu opinión Nacho, espero que lo tengan en cuenta. Discrepo contigo en algunas opiniones pero es muy interesante que cada uno aportemos nuestro punto de vista.
Mapi
Claro, entraré a mirar y descubir sitios, lo encontré a raíz de verte cenar en un sitio y buscarlo luego en google. Gracias.
Lo de que el chef y creador de los platos es Juan Rioja será una broma no?. Los platos están creados casi en su totalidad por Enrique Perez, quien lleva la cocina. No entiendo porque poner a otra persona, que apenas ha aportado nada. Corrijanlo, por favor. Es un fallo grave.