WANDA, EL CAFÉ DEL BUEN ROLLO
Viernes 16h. He quedado con mis amigos foodies La Chica de la Ciudad y Gatrohunter a comer Wanda Café. El fin de semana no puede comenzar mejor, comida divertida en sitio de buen rollo. Situado en la plaza de Gregorio Marañón, Wanda es un café-restaurante optimista. “Cuando entras a Wanda te transportas al universo emocional de las vacaciones, el verano y todo lo positivo que sientes en esos meses del año”, comenta Parolio, Director creativo del establecimiento.
Me recuerda a un café de una playa paradisiaca. Con estética tropical y colorista, sillas de caña natural tejidas a mano, colores pastel combinados con flúor rosa y amarillo y banquitos con coloridos cojines serigrafiados, da la sensación de estar en Hawai y no en plena Castellana madrileña.
Me encantan las grandes ilustraciones a lápiz del ilustrador Boris Schmitz impregnadas por la gran luminosidad de sus ventanales y el mural con una composición de fotos en blanco y negro con imágenes veraniegas que le dan al local un aire boho-chic.
No en vano, Parolio ha sido responsable del diseño de otros locales que me apasionan como The Passenger o Le Marquis. El frente de la barra principal está cubierto con cientos de varillas de madera maciza, cortadas, pintadas y montadas a mano para formar un diseño geométrico. Podría decir que algún surfer o californiano va a entrar por la puerta descalzo o cargando una tabla de surf.
Hay buen ambiente, gente joven y atmósfera cosmopolita. “Wanda es el típico nombre de aquel ligue de verano que alguna vez te echaste”, nos explica el camarero. Se trata de una mitad cafetería, mitad restaurante que tiene horario durante todo el día así que no importa comer tarde como en nuestro caso, tomarse una copa con amigas, ir con tu ordenador a trabajar o comer algo informal.

En su carta, toda una propuesta healthy y variedad de platos vegetarianos. Desayunos, repostería, wraps o sándwiches a cualquier hora de la mañana. Y durante la hora de comer, carta al uso o combos healthy de ensaladas a la carta acompañados de un zumo natural de frutas o verduras.

Destaca el tartar de atún con guacamole a buen precio (12,50 euros) y el mafalde, pasta con queso gorgonzola, peras naturales y nueces (9 euros).

Más contundentes las miniburgers con queso y bacon (12,90 euros) o los huevos benedictine a baja temperatura con salmón marinado y salsa holandesa.

También carpaccio de solomillo (11 euros), una buena opción o segundos platos más elaborados, como la carrillera ibérica glaseada (11,50 euro) o el bacalao asado con confitura de tomate (12 euros).

Las pizzas también son un fuerte en su carta: de pepperoni, de pollo asado, cremosa de boletus o de salmón… todas rondando los 10 euros.

Como postre, special carrot cake (5 euros), tarta fina de galleta y lima (5 euros) o una impresionante cookie de montaña con coulis de chocolate caliente y helado de vainilla (5 euros).

Los platos del chef esta temporada son la Ensalada de roast beef con queso de cabra y cebolla caramelizada (9,50 euros) y el Polo tikka-masala con salsa curry servido en una cazuela con arroz basmati (11,50 euros).
Por la tarde, las ya reconocidas tartas de Celicioso (aptas para celiacos) y por la noche, platos emblemáticos de las ciudades y destinos de vacaciones que inspiraron el local.

Dos detalles que no puedo dejar de reseñaros. Por un lado, todas las mesas disponen de enchufe y wifi por lo que el local, por la luz y buena acústica es perfecto para trabajar durante el día. Además, por la noche, ofrecen los “Happy Tsunami”, un cóctel gigante para compartir entre cuatro personas o un “Pitufo” mini cocteles, para degustar más combinaciones hasta las 3 de la mañana. ¿Da o no buen rollo este café..;)?
Precio medio: 25 euros. Menú combo con ensalada o pizza acompañado de zumo 11 euros. Ensalada/plato del día+café y bebida 8,90 euros.
Dónde: C/ María de Molina, 1
Tel.: 91 737 53 64
Web: www.wandacafe.com