COMIDA PARA GATOS: SIFÓN Y LA REVOLTOSA
Quizá por deformación profesional, o quizá por simple cotilleo, esta semana he decidio analizar mi competencia. O lo que es lo mismo, otros blogs de personajes y frikis variopintos que como yo, se dedican a contar su vida entera al World Wide Web, sin que en realidad a nadie le importe mucho, esperando que algún alma caritativa les ponga un triste “me gusta” en Facebook.
Y para mi sorpresa, me he percatado de una conditio sine qua non de toda bloguera que se precie, sea de estilo de vida, moda, gastronomía, o todo junto. Y esa máxima universal por todas mis féminas competidoras sabida pero que yo desconocía hasta la fecha es que si tu intención es tener un blog medio digno sobre tendencias y modas, es igualmente obligado tener un amigo. Y que éste sea…GAY.
Y como yo no voy a ser menos, me ha faltado tiempo para buscar el mío. Y he encontrado un gay de los pies a la cabeza. De los de verdad. De los empáticos, sensibles, genuinos y auténticos. De los especiales. Diría que incluso supera a Anthony, el amigo de Carry Bradshow en Sexo en Nueva York. De los que cuando te ven, te saludan y lo primero que te dicen es “has vuelto a adelgazar” y que con semejante frase – aún mejor que “has adelgazado”, impresionante – tienes un subidón de adrenalina que sabes que el éxito de la noche va a estar asegurado. Y que luego remata con un “anda, y te has cortado el pelo, bravo!!”, aunque sabes que lo tienes sucio y has venido directamente de la oficina sin peinarte.
Se llama Alberto, pero yo le llamo AL. Nos conocimos hace muchos años en el Hotel La Trémoille de París, un sitio de esos a los que invitan a los periodistas y que sabes que por mucho que trabajes nunca podrás permitirte a no ser que te toque la lotería. Su habitación estaba customizada con rasos y terciopelos de leopardo. Era lo más. Desde la mía, solía tocar Louis Armstrong la trompeta, y estaba decorada con fotos de aquel instante. Nuestro comienzo no pudo tener más glamour. Y desde entonces, toda nuestra relación ha estado marcada por esa tónica sibarita, (o más bien, amago de tónica sibarita, para que nos vamos a engañar). Y es que quedar con AL es, simplemente, maravilloso.
Cenamos este martes porque había venido a la Mercedes-Benz Fashion Week desde Barcelona, todo muy glam, así que aprovechamos para vernos y hablar sin parar. Porque con él las horas se me pasan como minutos y siempre nos falta tiempo para rematar todos los temas. Y como no podía ser menos, nos fuimos a Chueca al olor de un sitio recién inaugurado, Sifón bodega-Colmado, del grupo Moby Dick, una cafetería con terracita estilo ultramarino moderno en el que comprar delicatessen o tapear, y donde curiosamente, aprovechan las latas como recipientes para servir algunos de los platos.
Situado en la Plaza del Rey, brinda tapas creativas y castizas, con el objetivo de dar a conocer la variedad y riqueza gastronómica de la región. Ofrecen por ejemplo una tabla de quesos artesanos de Madrid, acompañados de picos y deliciosa confitura de tomate o garbancitos con perdiz escabechada, pero también productos típicos de conserva o con reminiscencias al pasado, como el bloc de foie con confitura de pétalos de rosa, minikebab de pato con puré de pera, cóctel de fresas, ensalada de habitas fritas con berberechos y anchoas del Cantábrico con reducción de vinagre de jerez.
La decoración recuerda a una tienda-colmado antigua, y por unos 20 euros por persona puedes disfrutar de un establecimiento exclusivo y con alma, rememorando las tiendas coloniales de antaño.
Puerta con puerta, y de los mismos dueños, está también la recomendable por genuina Revoltosa que acaba de cumplir su primer año. Como ellos mismos expresan, ofrecen “comida para gatos”, los que en el siglo XVII habitaban los barrios castizos de Madrid y que empezaron a autodenominarse así en los ambientes más chulescos, debido a la vida nocturna de la capital, famosa por sus tabernas y la afición del madrileño por salir, merodear, pasearse, socializar, trasnochar y divertirse.
Os recomiendo los berberechos al vapor, pues por apenas 8 euros disfrutas de una cazuela generosa, así como la coca con pisto, las albóndigas de la abuela, la ensaladilla rusa “revoltosa” con aceite de trufa, los huevos rotos con jamón ibérico y de postre, la tarta de queso con frambuesa.
Por un precio muy modesto, también rondando los 20 euros, puedes además disfrutar de su terraza en la plaza, además de su menú diario.
Asimismo, ofrecen por 14,50 euros un, llámalo desayuno, llámalo brunch, llámalo almuerzo, compuesto por un zumo, café, caña o refresco, acompañado de muffin o tarta así como de hamburguesa, sándwich club o tortilla de salmorejo.
Dos establecimientos sin duda originales, únicos y castizos, pero frecuentados por un público más joven de lo habitual salpimentado por los modernos de Chueca, porque de vez en cuando también apetece una taberna y un guiño a esta ciudad que tanto nos gusta…Madrid, Madrid, Madrid.
Precio medio: 20 euros
Dónde: Plaza del Rey, 4
Teléfonos: Sinfón bodega-colmado 91 532 61 59 y La Revoltosa 91 531 90 96
Webs: http://www.sifonmadrid.com/ y http://www.revoltosamadrid.com/
View Larger Map
1 thought on “COMIDA PARA GATOS: SIFÓN Y LA REVOLTOSA”