EL REGRESO DE JULIO CON SU NUEVO SOY KITCHEN
Hace apenas tres años os venía contando mi primera y surrealista experiencia de lo que en un principio fue el cuanto menos singular Soy Kitchen frente al mercado madrileño de Los Mostenses (ver link aquí). Su chef , al que definí el chino hipster de Madrid, superaba sin duda cualquiera de mis expectativas. Peculiar y con mucha personalidad, así era Julio Zhang, un showman asiático que años después ha conseguido convertirse en el principal activo de los restaurantes que posee.

El año pasado, ese mismo local del que os daba todo lujo de detalles, pasaba a denominarse Lamian, un restaurante especializado en ramen, con una estética mucho más cuidada y quizá algo menos auténtico en esencia que el primerizo.
De hecho, muchos seguíamos echando de menos al primero, por lo que agradecemos enormemente que el chef chino de nuevo ha apostado por su antiguo concepto, y recuperando el nombre que le abrió las puertas del universo gastronómico de la capital, haya retomado hace un par de meses por segunda vez su concepto de restaurante Soy Kitchen, pero esta vez, con un giro de tuerca.

Porque ahora, hablamos de alta gastronomía de base asiática, que nada tiene que ver con el enclave anterior. Su nuevo local ha nacido nada menos que en la calle Zurbano, uno de los epicentro del barrio de Chamberí. Un local donde “los comensales encontrarán una cocina auténtica, explosiva e impactante, con una apuesta decidida por el sabor”, como afirma el chef.

En esta ocasión aquella cocina fusión, de autor y con el mejor producto, que dependía esencialmente de la creatividad y destreza del destacable chef, viene acompañada de una estética a la altura. Atmósfera moderna, elegante y acogedora que te trasladan a un estado de paz y sosiego del que no es fácil salir.

Las responsables de una decoración tan exquisita y atractiva vuelven a ser las diseñadoras Sandra Vergara y Raquel Lázaro del estudio de interiorismo Lavela, encargadas también de actualizar Lamian. Con capacidad para 50 comensales en un salón con vistas a la cocina abierta y un máximo de 30 personas en un reservado que disponen para eventos más privados. Ambas estancias están repletas de mesas de madera, sillas tapizadas y lámparas orientales que aportan una luz agradable a una ambiente original.

La cocina de Julio es un reflejo de su personalidad, con una base principal en sus raíces chinas que se prolonga con considerables variantes de la cocina asiática. Con espíritu viajero, en sus creaciones va incorporando elementos de las cocinas latinoamericanas o española. La esencia principal no es otra que plasmar en cada plato la unión de componentes con la intención siempre de sorprender a través de mezclas imposibles y de la enorme utilización de especias e ingredientes combinados en cada plato.

Desde algunas de las mesas del comedor se atisba su asombroso e impresionante manejo con el wok, que se utiliza en el 90% de los platos. Un arte que aporta parte del espectáculo a la cena. Porque la otra parte está en el desparpajo del concinero, pues como si de una parte del servicio se tratara, Julio sale de vez en cuando de la cocina y se presenta en sala para explicar sus platos indefinibles fruto de una fusión fluida, nada forzosa, en la que confluyen sabores de Tailandia, Japón, Corea, Singapur, Vietnam, China, Indonesia y, por supuesto, el producto nacional.
En Soy Kitchen existen dos maneras de vivir la experiencia gastronómica. Dos menús que cambian casi semanalmente y que abren camino para calmar el hambre alimentando la imaginación o por lo contrario, y mejor aún, está el factor sorpresa de platos fuera de carta que Julio inventa cada día. El menú “Soy” y el “Kitchen” (además del “Ejecutivo” solo disponible mediodías entre semana), dos nombres que ocultan la verdadera esencia salvaje y rebelde de los platos que los componen. Sin turnos, sin prisas, ideados para que el tiempo se detenga. Platos de complejidad elevada con resultados ácidos y agridulces, con variables grados de picantes y sabor muy muy intenso.

Curiosas elaboraciones como sus dim sum rellenos que te reciben al inicio del menú, donde podéis ver la gran utilización de ingredientes: flor de loto, wasabi,..

Y que terminan armonizando de forma mágica como se evidencia en su burrata con cangrejo real o una especiada oreja de cochinillo crujiente, pimienta de Sichuan y mamoncillo (un fruto tropical). Espectaculares también las cocochas de bacalao con miso dulce, emulsión de albahaca, crujiente de gamba y brotes mézclum o las sabrosas navajas con coco, cebollas dulces y salsa satay. El coco se sirve congelado mientras el interior está caliente, verdaderamente delicioso.

Elevan más aún el nivel su creación de autor, nada menos que el bogavante con su salsa secreta, el plato que ya en su día ofrecía en su antiguo local de la plaza de los Mostenses y que le llevó a darse a conocer.
También destacan creaciones como el solomillo cortado con huevos, apio especias japonesas:

Así como sus huevos con shiitakes al vapor con buey ahumado y salicornia.

En el postre pude disfrutar de una inmejorable versión del tiramisú, con sabor a café, pero completamente diferente a cualquier otro que he probado.

Innovación, creatividad en estado más puro, todo un viaje de la mano del chef. Estos platos no son una opción más, son el alma del restaurante, de ahí que les llamen “Los hilos de Julio”. Una cocina que se plantea en el propio día, realizado con aquello que ofrece hoy la huerta, el mar, el bosque y tratado con personalidad.

Su otro punto fuerte es la coctelería. Con la idea de ofrecer una “coctelería que alimenta”, han diseñado una carta que se complementa a la perfección con la cocina de Julio, realmente creativa, desde los aperitivos hasta los postres.

Cócteles novedosos que se mueven entre los grandes clásicos, y combinaciones mucho más innovadoras como Soy Bloody, una versión del conocido Bloody Mary o sus sour especiales con sake.
En resumen, cocina basada en la libertad sensorial orientada a ofrecer una experiencia gastronómica plena. Solo apto para aventureros gastronómicos.
Precio: Menú Soy 45 euros. Menú Kitchen 65 euros. Además menú ejecutivo 35 euros
Dónde: C/ Calle de Zurbano, 59
Tel.: 91 319 25 51