DOS NUEVOS RESTAURANTES FRANCESES DE MADRID
Y si mi post anterior era sobre restaurantes asturianos, hoy cruzo la frontera para traeros dos descubrimientos gastro de estos meses que comparten todos un hilo conductor: poner el valor a la gastronomía del país galo, con propuestas más y menos formales y para todo tipo de paladares.
Desde una baguette hasta los clásicos scargots, pasando por el foie o la pissaladière, te dejo sumergirte en este recetario tan afrancesado como sus propios nombres. ¡Bon appétit!
LE BISTROMAN
(C/ Amnistía, 10 // T. 91 447 27 13 // Precio medio: 60 euros)

Unos de los últimos en llegar este año a la capital y que se ubica donde antes estaba La Candelita (y con el reto que ello conlleva), ha sido el que de esta lista es quizá el más gastronómico en manos de M. Ángel García Marinelli y Stéphane del Río, propietario y chef por este orden.
Aquí sus elaboraciones están basadas en el recetario más clásico y familiar, por eso algunos platos no os resultarán tan conocidos como los clásicos franceses, que también ofrecen. Muestra de ello es la sopa de cebolla, los caracoles con mantequilla o el foie casero.

Me resultó deliciosa la pissaladière, una coca del sur de Francia que incluye anchoas, cebolla y aceitunas. De segundo, sobresalen las aves de importación como pichón de Mont Royale y el magret de canard grillé.
Uno de sus guisos estrella es su pescado a la bouillabaise más recomendable para el invierno y el icónico bizcocho borracho baba au rhum.
Cierra la propuesta un espacio que te retrotrae a un auténtico bistrot parisino con mantel de hilo, vajilla de Limoges, cristalería Riedel y cubertería de plata.
¡Refinamento francés por los cuatro costados!
MAISON MÉLIE
(C/Génova, 11 // T. 91 088 93 81 // Precio medio: 35 euros)

En pleno Colón-Alonso Martínez llega esta boulangerie y pâtisserie que viene a agradarnos vista, olfato y gusto a los viandantes de la zona. No en vano, su maestro obrador de pan, Olivier, ha ganado la medalla de oro por el mejor pan de Irlanda elaborado con cinco tipos de cereales y malta.
Bollería casera exquisita, entre la que se encuentra el clásico croissant francés de mantequilla d’Isigny Ste- Mère, sus macarons, los chouquettes y por supuesto, los pains au chocolat. Pero además, concepto para todos los momentos del día, pues si bien lo dulce es representativo, lo salado no se queda atrás: desayuno, salón de té, afterwork, comidas cenas e incluyo brunch.

El espacio es elegante e inspirado por el panadero Mélie Denancé que fundó su propio obrador en 1894 en Honfleur, un precioso pueblecito de Normandía, y se propone menú para comer con una carta clásica de bistrot, mientras que por la noche se sofistica para ofrecer una propuesta más contemporánea.
Que no falten algunas sugerencias: su sopa de pescado de roca, el trío de huevos (con trufa, trucha ahumada, clásico) y las costillas de pato origen «Sud-Ouest» a la plancha. La noche se sofistica con propuestas como la terrina de foie gras de pato con compota de dátiles y fruta de la pasión y el medallón de bœuf.
Y, ¡Vive la France!