THAI ON THE KHLONG, EL REGRESO DEL MÍTICO THAI GARDEN
Corría los años 90 cuando uno de mis primeros novios (no diré cual) me invitó en la primera cita a cenar en Thai Garden. Recuerdo como si fuera ayer atravesar aquella puerta de Jorge Juan número 5, culebrear entre plantas exóticas, jardines tropicales o cascadas y sentirme como una auténtica Pretty Woman probando todos aquellos platos tan exóticos y a la vez desconocidos para mí.
El restaurante había aterrizado en Madrid hacía escasos años, de la mano de un loco empresario a la par que aventurero y bien viajado Emilio Carcur, que por primera vez nos traía la cocina thai a España en todo su esplendor. Elegancia, naturalidad, paz, exquisitez…todo fluía en aquel comedor donde la única premisa era un impoluto servicio y el comer bien.

Y así, el restaurante se convirtió en un punto y encuentro obligado de la beautiful y no tan beautiful people de Madrid, que sin aún morir de éxito tuvo que cerrar por un asunto del alquiler y trasladarse a Paseo de la Habana donde duró poco tiempo, para, y al menos como consolación de muchos, dejarnos un precioso restaurante jardín, The Garden, en Arturo Soria.
Pero es ahora 20 años más tarde, cuando el icono tailandés de Madrid ha regresado al barrio, con más fuerza que nunca y nada menos que a la calle Recoletos número 4 con el nombre de Thai on the Khlong.

Así que a pocos días de su apertura, yo no he podido esperar más para conocerlo. Y con la excitación e ilusión que supone para alguien que le apasiona la gastronomía, conocer la reapertura de uno de sus restaurantes fetiche, puedo afirmar que el nuevo Thai Garden mantiene esa bella simplicidad y exotismo, y que nada tiene que envidiar a su predecesor.

Por un lado, porque una vez más, Emilio, responsable de la gestión pero además, de toda la decoración, ha sabido de nuevo imprimir esa filosofía en continente y contenido que se respiraba en el antigüo Thai. Miles de elementos decorativos y evocadores, la madera, el agua, las esculturas, cuadros o la vegetación siguen sorprendiendo al comensal, trasladándole en un segundo al país del sudeste asiático.

Diversas salas, cascada de agua, incluso un reservado real respiran Tailandia por los 4 sentidos.

Y por supuesto, el servicio increíblemente atento que sigue estando en manos de vestidos de brillos y sedas, cuyo refinamiento y discreción vienes capitaneados de nuevo por Edwing Tomaneng.
El espíritu del antiguo Thai Garden se encuentra también en su carta, elaborada por su jefa de cocina Nantarat Silatan, que se ha adaptado para un público ya más versado en cocina tailandesa como el que podía frecuentar el restaurante hace 20 años. Porque como explica Emilio “Hoy lo vanguardista es clásico y el picante, un ingrediente del que no muchos temen. Tailandia ya es conocida por la mayoría de los clientes y su cocina no es extraña para nadie”.

Si bien siguen teniendo cabida sus grandes clásicos en la carta, éstos combinan a la perfección con algunas novedades. Porque el nuevo Thai Garden ha vuelto al origen, y recuperado algunas recetas que sólo se elabora en algunas casas en Tailandia según la más auténtica tradición del Reino de Siam, y que no se suelen preparar en el extranjero. Además, se han añadido otros platos contemporáneos y versátiles, desde callejeras y de street food hasta variedades propias de la Casa Real Thai.

Su carta sigue siendo enorme, por lo que recomiendo probar el menú degustación, muy equilibrado entre nuevo platos y grandes clásicos y que además se propone a un precio muy ajustado.
En la propuesta encontramos snacks y entrantes varios. Continúan en la cartas sus grandes iconos thais, como el KAI SATEE, brochetas de pechuga de pollo marinado en leche de coco y hierbas, los POH-PIA o tradicionales rollitos de primavera al estilo Thaï Gardens, las KHUNG PHOM PHA o colas de langostinos envueltos en una fina pasta de arroz, su ENSALADA DE VERMICELLI con cabello de ángel, camarones, limón y apio o el MAIZ TOOD, preparación de langostinos y calamares fritos, mezclados con maíz.

Sin embargo, destaca el MIANG KHAM, aperitivo favorito de los Thais y plato compuesto de todos los sentidos gustativos. (dulce, salado, picante, agrio, ácido y amargo) que incuye cacahuetes, lima, gambas, guindilla chalota y jengibre. Se sirve con hojas frescas de betel que el comensal rellena de cada ingrediente y se baña en salsa agridulce de coco. Además, sorprende el KANOM GIB THAI, un entrante degustado por la Casa Real Thai, que consiste en una empanadilla de arroz azul al tinte de hojas de té malva al vapor, rellena de una pasta de langostino troceado y brotes de soja.

Pero sin duda, el entrante estrella es la viera salteada en salsa de soja o PERLAS THAI – HOY FALANG, con trozos de cebolleta y ajo tierno que e sirve resentado en su concha tradicional y termina su cocción al grill.

Además, ofrecen ricas ensaladas muy refrescantes de pomelo thai o YAM POMELO en temporada de noviembre a abril con gambas, cacahuetes y una ligera salsa dulce de tamarindo.

Asimismo, sin duda es plato obligado alguno de sus curries que se elaboran a mano esta vez en cazuelas de barro para guardar la tradición con 36 hierbas y especias diferentes, seleccionadas por su conexión entre ellas de olor y sabor. Recomendable de curry verde o KHEN PIAW WANG KAI que se prepara en leche de coco hasta alcanzar una suave y cremosa textura.

No fallan por supuesto los arroces. El THAI HOM MALI o arroz basmático blanco se prepara de forma tradicional en su cuenco al carbón recubierto dentro de hojas de banano que garantizan el aroma de este clásico.

O sus PHAD THAI o tallarines salteados con cebollas, soja y verduras, bien sea el tradicional o el KHAO, con ingredientes a elección (gambas ,castañas de cajún, piña…

Y esto no es todo, sus WOKS se preparan en el instante y varían en el producto de base que se utilice y las diversas salsas con los que se le agregue al momento de saltearlos, desde el MASSAMAN THAI con trozos de buey marinado en curry rojo cremoso y suave o el MAPRAW con filetes de buey al curry verde y verduras.
Y aunque después de tan vasta elección, es complicado que haya hueco para el postre, las especialidades son dos, bien sea el flan de coco, un clásico, o su arroz glutinoso con leche de coco y mango fresco.
Y respecto a los vinos, un último apunte. En Thai on the Khlong, además de alguno de los caldos de su amplia bodega, se puede disfrutar una producción limitada del actor John Malkovich, gran enamorado de los vinos de Vaucluse, una región de La Provence en Francia, y denominada “Les Quelles Lacoste”.
En definitiva, refinamiento y distinción que excitan todos los sentidos en este nuevo restaurante que recupera todo lo bueno que conlleva la filosofía del país asiático.
¡Gracias Emilio por traernos de nuevo el espíritu tailandés a nuestra querida capital madrileña!
Precio medio: 35-40 euros
- Menú degustación permanente: 36 euros
- Menú mediodía, de lunes a viernes : 22 euros
Tel.: 91 839 79 70
Dónde: Recoletos, 4
fuimos ayer a cenar y tomamos el menu degustación y nos decepcionó mucho…menu muy básico y regulero