RESTAURANTES CLANDESTINOS: EL BOHEMIO PALADAR NE NÉ
No tienen carta. Tampoco hay precios fijos. No se puede pagar con tarjeta. No hay camareros ni están a pie de calle. Tampoco has oído hablar de ellos porque subsisten en el anonimato. Posiblemente cuando vayas, serás el único cliente. Y se permite fumar, porque no hay reglas que aplican.
Son los llamados restaurantes clandestinos, que surgieron ya hace años en París, fruto de la agudeza de ingenio por la crisis así como de la pasión de amantes de la gastronomía que en sus propias casas o bien, en locales, salones o naves alquiladas, preparan comidas secretas.
Ese es el caso de Isabel, más conocida como Ne Né, una mujer singular, hippie de alta alcurnia, que hoy me recibió con un pitillo en la mano en su casa de Chamberí. Me había llamado días antes, y el entusiasmo y fervor con el que me explicó su proyecto, un “Paladar” en Madrid, me hizo pasar a visitarla. “Se llaman paladares a las casas de comidas cubanas surgidas clandestinamente para ganar dinero sin pagar impuestos, montados y dirigidos por cuenta propia en la década de los años 90’s con la dictadura de Fidel Castro”, me explicó.
Hija y nieta de arquitectos, de los que aprendió el arte del interiorismo y el gusto por los muebles antiguos de los años 60’s – 80’s, mamó el amor a la gastronomía desde pequeña junto a las cocineras que trabajaban en la casa familiar y, como bien añade, “tuve una gran maestra en mi madre, mujer refinada y protocolaria, exquisita donde las haya”. Ella le ayudaba en los fogones cuando invitaba a cenar a músicos, pintores, arquitectos,…que siempre le sugerían que abriera un restaurante.
Y curiosamente, fue finalmente ella, continuando la saga materna, la que se lanzó. Socia fundadora del Café – Bar latinero por excelencia DELIC y también del restaurante Bagatella de la Calle Pelayo, se aventuró hace unos meses y no más lejos de sus cuatro paredes, a ofrecer desayunos, comidas, cenas o lo que se prestase, eso sí, siempre únicos y personalizados.
Podríamos decir que Paladar NE NÉ es el salón de un cuarto piso antiguo situado a dos pasos de la Plaza de Rubén Darío. Sin embargo, es algo más, ante todo un lugar peculiar, indisciplinado y bohemio en Madrid, donde comer y sobretodo cenar en un ambiente de auténtica privacidad y servicio exclusivo, rodeado de arte y buena música, desde jazz a cualquier otro tipo de composición sonando siempre a gusto del grupo de clientes, que no debe superar las 14 personas, aforo máximo del salón.
El cubierto, cuyo precio va desde los 18 euros hasta los 50 euros (porque en este tipo de establecimientos todo se negocia), se basa siempre en productos de temporada provenientes del mercado de Chamberí en su mayoría, y con reminiscencias de la cocina francesa e Italiana, fruto de la historia familiar de la singular cocinera.
Hay para elegir una oferta variada de cocina – ojo, porque es muy casera y no a todo el mundo le podrían gustar sus guisos- aunque su especialidad, según explica, son las aves y las carnes: Gazpacho, Cremas, Ensaladas y Verduras de temporada, Trufado de la tía Elisa, Pechuga de pavo rellena, Tartar de salmón, Pollo de corral guisado al Oloroso (en la foto), Ternera asada clásica, Patatas de Chipiona con salmón marinado y salsa holandesa (en la foto), postres caseros…
Esta mujer orquesta prepara la mesa según la ocasión, cambiando de sitio los muebles, lámparas de Santa&Cole, centros de flores, frutas, velas…pues bien es cierto que es una estancia no demasiado amplia, siempre con una iluminación indirecta y todo impregnado de arte (algunas piezas incluso las vende), el cual le emociona pues se crio rodeada de artistas.
La vajilla son piezas finlandesas de los años 60 mezcladas con básicos de Ikea, manteles de lino o bambú, o algunas veces incluso de papel como las servilletas, donde pueden dibujar los comensales, diseños que guarda después, pues no sea que alguno se haga famoso.
Cabe citar los panes que algunas veces adquiere en Panamorarte o en Tahona, de diversos tipos y cereales. Respecto al vino, Ne Né lo recibe de una cooperativa de Castilla-La Mancha donde cuidan que sea natural, y como bien indica ella “anti-resaca”, aunque también permite al cliente traer su propia botella, del que se cobra solo el descorche (5 euros).
Un ejemplo de menú 37 euros por persona, sería el siguiente: de bebida limonada casera, tinto de verano de la casa, vino o lo que surja; de aperitivo dip de berberechos con crisps crujientes, para seguir con un entrante de crema fría de calabacín y puerro, aterciopelada, en la línea de una vichysoisse; y para rematar una Tapilla de ternera rosada asada en su jugo, tortitas de patata (rosti) y cebollas braseadas o bien mero con verduritas (en la foto). Eso sí, las copas van aparte, a un precio modesto de 5 o 6 euros.
Desde luego, un verdadero ejemplo de experiencia culinaria que no deja indiferente. Para los que se atrevan con ella, claro, pues al no ser un restaurante al uso, puede haber algún imprevisto, como quedarse sin bebidas o que el plato no guste demasiado sin posibilidad de cambio…!
Dónde: C. / General Arrando
Tel.: 665 086 186 – 91 391 30 42 // mail: paladarnene@gmail.com
Web: https://www.facebook.com/pages/PALADAR-NE-N%C3%89/482764351788039?fref=ts
View Larger Map