Mi amigo Arturo “El Rubio” es, ante todo, un sibarita. Mientras yo me dedicaba a hacer horas extras en El Corte Ingés durante mi etapa universitaria  (lo cual me valió para aprenderme al dedillo en número de deniers de las medias y ejecutivos de señora y caballero) , él se curtía en el ámbito de las artes culinarias trabajando de camarero en La Casa de Mónico. Esto le sirvió no sólo para pagarse la carrera y llegar a ser un hombre de provecho, sino también, para aprender las técnicas y las nuevas tendencias  de la gastronomía de alto copete. Recuerdo que por aquel entonces, con tan sólo unos veintipocos años,  ya nos sorprendía con cenas de solomillo y salsa de kikos o delicatessens como pisto con huevos de codorniz.

Fue a Arturo la primera persona que conocí bebiendo un Gin Tonic hace más de 10 años, en aquella etapa de aprendices de gastrónomos. Era una faena porque siempre había que añadir 15 euros más a la cuenta de bebidas cuando organizabas algún sarao, y por ende, algunas veces se te olvidaba cogerlo del lineal porque no era brebaje habitual de botellones.

Mucho han cambiado los tiempos desde entonces, y ahora no existe reunión social sin una copa de este combinado, reconozcámoslo, insípido, que básicamente consiste, y en definitiva,  en cuatro cosas: una buena copa, un buen hielo, una buena ginebra y una buena tónica.

Cuando Arturo vio mi blog, lo primero que me recomendó fue “en un blog de este talante se necesita un apartado de copas”. Es por eso que hoy me permito en su honor, no una sección sino un post, con la humildad de una consumidora nobel más pero el rigor de la investigación que a este blog compete, y paso a detallaros el TOP TEN de los mejores sitios de Madrid donde se preparan Gin Tonics, que además de los cuatro ingredientes básicos arriba detallados, le añaden a la consumición una pizca extra de cariño:

1. Le Cabrera (C. / Bárbara de Braganza, 2). Sin duda, el number one. No sólo por la amabilidad de su coctelero Diego, o su camarera Cynthia (que me sirve sin preguntar mi preciado Martin Millers con 1724 y rodajitas de manzana ácida) sino por ofrecer una cuidada selección de destilados de alta gama, incluyendo referencias tan exclusivas como la ginebra Tanqueray Malacca, de la que únicamente hay 20.000 unidades en toda Europa, así como una eterna variedad de mixers Premium. Me encantan las patatas con pimentón con las que lo acompañan, y el pequeño vasito de agua con hierbabuena que siempre ponen, pero que nunca me bebo.

2. Gin Room (C. / Academia, 7). En el noble barrio de Los Jerónimos y abierto hace un par de años, su lámpara de caballo que decora la entrada nunca me deja indiferente. Es el tempo dedicado a esta bebida y ofrece un entorno ideal para el afterwork del ejecutivo salido de la oficina, con una carta burguesa de ginebras y un ambiente diáfano y neoyorkino donde los haya.

3. La Villana (C. / Padre Damián, 37). Más modesto y en el barrio de Cuzco, con una carta estilo la tabla periódica de los elementos, las combinaciones de sus 33 ginebras y 11 tónicas se hace interminable, y siempre encuentras una nueva ginebra o hay una degustación in situ que te entretiene con algo nuevo. Perfecta la terraza para el verano que cierra a las 2am.

4. Bar Martínez (C. / Barco, 4). Inspirado en los grandes bares de la Edad de Oro de la noche madrileña, este malasañero establecimiento ha sabido convertir lo clásico en pura tendencia, con la ayuda de los muebles reciclados que genera un ambiente que envuelve el sabor de la ginebra. Me encanta porque su barra ha sido recuperada del mostrador donde antes se dispensaban cigarrillos en la antigua Mansión del Fumador, el estanco que dejó paso a la administración de Doña Manolita, y sus cajones, en los que se conservaban los puros, se utilizan para guardar los botánicos de sus elaborados Gin Tonics.

5. O’Clock (C. / Juan Bravo, 25). El encanto de esta coctelería inglesa es difícil de encontrar en otros sitios de Madrid. Si bien la variedad de tónicas es menor que en otros establecimientos, el aire British, sus originales aperitivos, sus buenos barmans disfrazados de Scalpers y su terraza de verano lo hacen un lugar incomparable.

6. Tom’s Bar (C. / Paseo de la Habana, 25). Ha empezado a rodar hace poco y ofrece una variedad de referencias correcta. Sin embargo, es cierto que con el cierre del Mercado Isabella, la calle de Paseo de la Habana ha ganado glamour con este nuevo Artist Bar. Dedicado a las piezas que diseñó el artista alemán Thomas A. Hoffmann, el colorido y la extravagancia se mezclan con las 120 piezas elaboradas en marmolina (innovador material creado a partir del mármol) y pintadas a mano.

7. Ten con Ten (C. / Ayala, 6). En pocos años se ha convertido ya en un clásico, y me resulta imprescindible añadirlo a esta lista porque si con algo están hechos sus cócteles de su gran barra rectangular, es con cariño. Aunque a algunos nos podrá parecer que las combinaciones son demasiado condimentadas, sirviendo verdaderas ensaladas de Gin Tonic, cabe resaltar la gran variedad de botánicos, entre los que se encuentran las clásicas bayas de enebro, el cardamomo o la pimienta rosa y aderezos tan sorprendentes como los pétalos de rosa, el regaliz o los frutos rojos.

8. Santa María. La Coctelería de al lado (C. / Ballesta,6). ¿Al lado de qué? Pues de uno de los mejores restaurantes de Madrid, que es La Tasquita de Enfrente. Un establecimiento “must” si te mueves por Triball, con un público la mar de variopinto. Cuando bajas sus escaleritas te encuentras con un sótano de maderas sin tratar estilo vintage, muy auténtico, con música ligera que te recuerda a tiempos pasados donde puedes sentarte en uno de sus sillones y mantener una buena conversación.

9. Bristol Bar (C. / Almirante, 20). El British por excelencia de la zona de Justicia, que combina restaurante y bar de copas. Dispone de más de 60 marcas seleccionadas a lo largo del mundo por su enóloga Ellie Baker, y ofrecen degustaciones de ginebras diferentes cada mes así como el afterwork Gin Club  bajo el slogan GOD SAVE THE GIN!

10. Mazarino (C. / Paseo de Eduardo Dato, 13) Si hay algún lugar en la capital que pueda considerar un local de culto para distintas generaciones es, sin duda, Mazarino. En este emblemático e histórico bar confluyen diariamente distintas edades y aunque tenga cierto olor a naftalina, es sin duda auténtico. La profesionalidad del servicio que aún conserva y la posibilidad de pedir Schweppes light, es sin duda un plus. Ideal la terraza en verano, y la variedad de canapés salados que ofrecen “gratuitamente” (porque el extra ya va incluido en el precio de la bebida).

Quizá echas alguno de menos en esta lista, por lo que aquí te detallo otros que también merecen la pena: de estilo más retro situados por la zona de Triball, como The passenger (C. / Pez, 16),  Cock  (C. / De la Reina, 16), La Casa del Pez (C. / Jesús del Valle, 1) o el Gin bar Mercado de la Reina (C. / Gran Vía, 12) así como los más clásicos de siempre como La Ruleta (C. / Velázquez, 62) o de aire más burgués como el  Gin Club Kerala (C. /Castellana, 153) o Ponzano Mentidero Gin (C. / Zurbano, 17).