LA BRÚJULA, BUSCANDO EL RUMBO EN CHUECA
De aquí de allá, de todos y de ningún sitio. Así es La Brújula. Ha llegado buscando el rumbo en pleno barrio de Chueca con una idea común en su creación, la de reunir en un mismo espacio propuestas de diferentes lugares del mundo. Y que mejor lugar que la calle Santa Teresa, que está pisando fuerte a nivel gastro, y a dos portales del recién inaugurado restaurante de street food BocaCalle.

Ambiente desenfadado, sin etiquetas, multicultural y relajado, idóneo para dejar que las horas pasen volando.

Con una filosofía slow donw, cada detalle está destinado a dejarse llevar. Una decoración natural-chic con vigas de madera, paredes blancas, ladrillos descubiertos, flores frescas… que aportan mucha luz y paz al espacio.

El local, muy versátil, propone tres espacios completamente diferenciados. Una primera sala con amplios ventanales a la calle, donde conviven barras y mesas altas con cómodos taburetes o mesitas de mármol.

Algo mas retirada, una sala multiusos donde se puede reservar para grandes grupos, y con las paredes decoradas con peculiaresfrasquitos que guardan «tesoros» como el agua del Caribe, tierra de Cabo verde, aire de París.

Y un pequeño saloncito con ambiente colonial bautizado como “La Ruta de las Especias”, donde refugiarse a media tarde para tomar un té o prepara una velada más exclusiva y privada. En este espacio se pueden realizar desde catas, reuniones de club de viajes, grupos de conversación de idiomas…

Pero pasemos a la carta, muy divertida y asequible con todos los puntos cardinales coincidiendo en un mismo menú. Y es que, sin duda, su sello de identidad en la diversidad. Una auténtica Torre de Babel gastrónomica pues en La Brújula se puede disfrutar de un plato típico de Senegal y a continuación de un genuino ceviche peruano sin moverse de la silla, o un una especialidad de la China cantonesa seguida del más puro estilo cajún de Nueva Orleans.

Sin horarios ni ataduras, abogan por diferentes cartas non stop. Combinaciones clásicas y sutiles con otras más intensas y aderezadas con las especias más exóticas. La carta se divide en pinchos como el volován de cangrejo de río al estilo cajún (7’5 euros), mini hamburguesa negra de calamar (5’5 euros), brocheta de pollo satay (5’5 euros) o dados de carrillera de vaca rebozados con kikos (7’5 euros).

Entre las ensaladas y raciones destaca la ensalada huerto (12’5 euros), el cordero yassa (10’5 euros), un plato senegalés, y en especial, el ceviche de pez mantequilla (9 euros), con sabores frescos que te transporta en cada mordisco a Perú de donde, además, es el chef.

Otro plato destacable del el salmón marinado (21 euros), puro sabor nórdico:

También, proponen carnes y pescados a la parrilla con sabor a brasas y, por último, los bocados más dulces no se quedan libres de exotismo, destacando el arroz con leche deconstruido (5’5 euros) o el bizcochito de naranja con helado de yuzu y espuma de hierbaluisa (6’5 euros):

Así como un fabuloso y cremoso tiramisú casero con helado de dulce de leche (6’5 euros).

Como buen compañero de viaje proponen una extensa oferta de vinos con clásicos de origen nacional y otros internacionales con los que experimentar nuevos maridajes. Además, carta de Brunch con clásicos como los huevos benedictine (7 euros) o el croque monsieur y madame (4 euros), y otras costumbres menos comunes como la french toast (3 euros) o los hash browns (3’30 euros). Y como apunte, en cualquier momento del día podrás disfrutar de un coctel bien hecho o un café irlandés de buena calidad.

Sin olvidarnos de los desayunos y las meriendas con tartas caseras o unos esponjosos huevos acompañados con un batido 100% natural…
En definitiva, un lugar versátil, multinacional y viajado donde los haya. Sin duda, así es La Brújula.
Precio medio: 20 euros
Dónde: C/ santa teresa, 12
Tel.: 91 308 60 52